Mallorca tiene algo para todos los gustos. Están, por supuesto, las playas, las calas solitarias para explorar en excursiones en barco y las aguas turquesas que ofrecen grandes oportunidades para bucear, pero Mallorca no es sólo mar.
La isla es también una auténtica joya para los amantes de la naturaleza y los aventureros: barranquismo en los desfiladeros de la Sierra Tramontana, escalada en el arco natural de Es Pontàs, senderismo en el parque de Mondragó, ciclismo hasta el Cap de Formentor. La oferta de actividades es muy amplia, con una variedad de paisajes impresionantes que harán que sus vacaciones sean inolvidables.
Por último, la capital, Palma, es un destino por derecho propio, con su famosa catedral, la Fundación Pilar y Joan Miró y el Castell de Bellver, visita obligada para los amantes de la cultura. Los grandes nombres del modernismo catalán, como Gaudí y Domènech i Montaner, han dejado su huella en la arquitectura de Palma de Mallorca, con una estética basada en los principios del siglo XX. Además de la catedral reformada por Gaudí, La Palma alberga edificios tan maravillosos como la Fundación Caixa, Can Casasayas y la antigua Pensión Menorquina.
En toda la isla encontrará excelentes restaurantes que sirven platos típicos hispanomediterráneos. Mallorca cuenta con 11 restaurantes de renombre con 2025 estrellas Michelin, lo que la convierte en un destino imprescindible para los amantes de la alta cocina, donde tradición e innovación se dan la mano en propuestas culinarias únicas.