Menorca
Durante mucho tiempo, esta pequeña joya de las Baleares fue un destino infravalorado en comparación con Mallorca e Ibiza. En 1993, Menorca se convirtió en la mayor reserva de la biosfera marina del Mediterráneo. Como tal, Menorca se ha convertido en un destino que aboga por la sostenibilidad al más alto nivel, sin comprometer los requisitos de los viajeros más exigentes. La proliferación del agroturismo de lujo en la última década está cambiando la imagen de la isla: ahora ofrece una experiencia única que combina la autenticidad rural con el confort y la elegancia de una estancia de lujo. Al ser menos turística que otras islas mediterráneas, la isla ofrece un ambiente más reservado y relajado.
Menorca tiene un encanto propio, con sus magníficas playas de arena blanca bordeadas de pinos, sus fondos marinos accesibles para buceadores principiantes y sus miradores únicos como el Monte Toro y el faro de Cavalleria. La isla también es un destino ideal para los amantes del deporte: puede explorar sus pueblos en barco o hacer senderismo por el Camí de Cavalls. Con 185 kilómetros de longitud, traza un círculo alrededor de la costa de la isla. Un paseo en kayak por el pueblo de Fornells le permitirá descubrir paisajes auténticos. Además, la geografía prácticamente llana de Menorca la convierte en un lugar ideal para practicar ciclismo, ya sea de carretera o de montaña.
Y no olvidemos que Menorca es tierra de gastronomía, con tradiciones culinarias que se remontan a siglos atrás. La isla ofrece una cocina exquisita, con restaurantes que van desde acogedores bistrós hasta establecimientos gourmet que utilizan ingredientes frescos y locales.
Si hay un referente gastronómico de sello menorquín reconocido fuera de la isla, es sin duda el queso con D.O. Mahón-Menorca, o la sopa menorquina de langosta (caldereta) o la Pomada, bebida menorquina que es esencialmente un preparado de ginebra con zumo de limón o soda.
Menorca también es tierra de arte. La prestigiosa galería suiza Hauser & Wirth eligió la isla de para su primera instalación en España. El lugar elegido ha sido la Illa del Rei, un islote cercano al puerto de Mahón que en su día albergó un hospital naval. El arquitecto Luis Laplace, especializado en integrar arte, arquitectura y tradición local, fue el encargado de rehabilitar el espacio. La galería alberga obras de artistas de renombre como Louise Bourgeois, Joan Miró y Eduardo Chillida.
LÔAC, el Museo de Arte Contemporáneo de Alaior, presenta obras extraordinarias de Joan Miró, Miquel Barceló, Marina Abramović, Jaume Plensa, Antonio Saura y Antoni Tàpies.